Hoy tenemos aquí a Ruth. La hemos invitado para que haga un proyecto de esos suyos. Con muchas capas. Con mucha fuerza. Y ha hecho un tutorial. Enterito para que puedas aprender desde casa! Verás que hay una foto de cada paso, más toda la explicación.
Coge una taza de té o café rico, y disfruta de este trabajo tan chulo!
Te dejo con ella:
T’estimem Mama (Te queremos Mamá)
Pues si, el primer domingo de mayo es el día de la madre, y para la ocasión pensé en hacerle algo especial y hecho por mi como regalo a la mama “másmejordelmundomundial” 😉 así que sabiendo cómo le gustan mis cuadros a ella, me puse manos a la obra, solo tenía una semana para hacerlo y la verdad que de un trabajo me han salido dos… pero por ahora vamos al que nos “corre” más prisa, un cuadro (canvas) para el día de la madre.
Siempre suelo hacer una foto con los materiales que “tengo pensado” utilizar, peeeero siempre cambias algo, quitas/pones/vuelves a quitar/vuelves a poner… y por ello veréis materiales que no he usado en esta primera foto del material y más adelante encontraréis una foto con materiales que no iba a usar, pero que decidí añadir, así soy y no hay vuelta atrás (jajajajajajjajaja)
Empezamos???? Pues vamos! Sobre la base del canvas (un cuadro de 12×12 con un grosor de 4 cms.) empiezo a repartir por toda la superficie los colorantes Brushos, primero solo un color! Seguido de agua (vaporizando, a distancia para que el colorante con el contacto del agua se vaya disolviendo, vamos: viéndose el color)
El primer resultado es muy suave (tranquilas que ya me encargaré de subir el tono…),
añado otro color distinto al anterior de Brushos, vuelvo a vaporizar con agua y seco, seco del todo, ya que cada vez que añado un nuevo color con los Brushos necesito que no se mezclen mucho aunque al añadir el agua es algo inevitable pero si secamos bien entre un color y otro, podemos controlarlo nosotros.
Como os he comentado, al vaporizar cada vez, vamos creando pequeños (o no tan pequeños) charcos de colorante y los colores…
Cuando está seco, el color sale más definido ya que ya secamos el exceso del agua
Como no podía ser de otra manera, añado otro color más, ya que veo muy oscuro el fondo (a mi ya me gusta así, pero el cuadro es para mi mami…), añado el tono “turquesa” de los pigmentos “Brushos” y vaporizo otra vez
En esta ocasión, en vez de secarlo, paso el rollo de papel de cocina para que este absorba el exceso de agua y seco con el secador de embossing.
Sigo añadiendo más colores, mismos pasos…
En las siguientes fotos podéis apreciar la diferencia y resultado del cuadro estando mojado
y una vez bien seco con el secador de embossing
Una vez tengo el color del fondo a mi gusto (sé que más de una ya hubiera parado antes, pero eso va a gustos, hasta que no obtengo un resultado que me encanta, no paro de hacer capas y capas…), vamos a por los laterales, con un par de los colores de los Brushos que he utilizado para el fondo de mi cuadro, he hecho lo mismo en ellos…
Peeeeeero ahí no acaban mis ganas de hacer más capas, noooooo, el color del fondo me “chifla” pero he de darle un toque de blanco o blanco roto para que la fotografía que he escogido y todo lo que tengo pensado resalte.
Un poco de embossing blanco pero no es brillante, queda una textura similar al terciopelo que me encanta!
Y aquí tenéis el resultado final, con ese tono aterciopelado del blanco roto…
Ya solo queda decorar y listo para entregar!
Eso si, con mi ansia de no parar de hacer un capa sobre capa, utilizando el mismo sistema que en este, tengo otro cuadro, de 30×30 cms. preparado para enseñaros otro día… ya lleva la capa de gesso con un stencil de Silvia Santoyo que me vuelve loca, YUPIIIIIIIIII 😉
Espero que os haya gustado y os animo a que probéis, salgáis de vuestra zona de confort y experimenteis, así que en breve me volveis a tener aquí con un nuevo trabajo para MarakiScrap.
Ptnts xo
Si te gusta el trabajo de Ruth y estás por Reus-Tarragona el 20 de mayo, aprovecha porque imparte un súper taller en Maraki!!